martes, 22 de febrero de 2011

Le Fabuleux Destin D'Amélie Poulain

Una pequeña parte de la película "Le Fabuleux Destin d'Amélie Poulain". Y esta es la parte que mas me gusta de dicha película:

Amélie tiene seis años. Como a todas las niñas le encantaría que su padre la cogiese en brazos de vez en cuando.
Pero él solo tiene contacto físico con ella durante el examen médico mensual.
La pequeña, desconcertada por esta intimidad excepcional, no puede impedir que su corazón lata con fuera. Por ello, su padre la cree víctima de una anomalía cardíaca. A causa de esta ficticia enfermedad, la niña no va a la escuela. Y es su madre quien hace de profesora.
Privada del contacto con otros niños, debatiéndose entre el nerviosismo de su madre y el frío distanciamiento de su padre, Amélie se refugia en un mundo imaginario inventado por ella.
En él, los discos de vinilo se fabrica como crepes. Y la vecina, en coma desde hace meses, esta así por que a decidido dormir de un tirón las horas que le restan de sueño en toda su vida.
El único amigo de Amélie, se llama Cachalote. Por desgracia, el ambiente familiar le a vuelto neuroascenico. Y suicida.
Los intentos de suicidio de Cachalote aumentan el estrés materno. Se toma una decisión. Soltar a Cachalote en un río.
Para animar a Amélie, su madre le regala una Instamatic Kodak de segunda mano.

Y un día, el drama se desata. Como todos los años, Amantine lleva a su hija a notre-dame para pedir que el cielo le envíe un hermanito. La respuesta divina llega tres minutos mas tarde. Por desgracia, no es un recién nacido lo que cae del cielo, si no una turista de Kebek resuelta a acabar con su vida. Amantine Poulain de soltera fue, muere en el acto.
Tras la muerte de su madre, Amélie se encuentra sola con su padre. Este ya de por sí poco comunicativo, se encierra aún mas en sí mismo. Se obsesiona con la construcción del mausoleo en miniatura que contendrán las cenizas de su esposa.
Pasan los días, los meses y después, los años.
A su alrededor, el mundo parece tan muerto que Amélie prefiere soñar hasta alcanzar la edad para irse de casa.